viernes, 12 de octubre de 2012

Tan...


Tan solitario
como el blanco en mi memoria.
 Tan ausente
 como los textos perdidos,
 escritos detrás de una hoja usada
que se camufla en el tiempo.
 Vacío
como el espacio entre dos palabras
 que puede convertir su hueca existencia
 en un significado.
 Con la presencia ausente
 como el irónico momento en el que te miré a los ojos
 y todo careció de realidad y solidez.
De pronto todo era tan insípido
y sinsentido que no me importaba que fuera así. 
Y la luz.
La luz con su monocromática
 manera de cegarme los ojos
 y hacerme creer que cambia su color
 cuando solo era el otro lado de
 un prisma cristalino...

 Malintzin.

No hay comentarios:

Publicar un comentario