miércoles, 20 de junio de 2012

A las Dos Dianas

Nadie sabe por qué te quiero tanto,
es curioso, yo mismo no lo sé
La dicha del destino nos ha juntado,
su mano firme nos ha hecho uno,
mientras todo lo eleva el viento;
y tu y yo quedamos esclavizados

Locuras de jugueteos y de bromas,
son obscuridad y fuente luminosa
de mis pensamientos, en ellos solo
tu alma está presente; tu alma
pasajera, siempre cambiante
Nos une el tiempo, nos une el firmamento

Y así pasarán los días y yo
pensando en ti estaré a toda hora;
mi pecho clama tu nombre inmortal
Amada mía, esto que siento
se que es amor; se que es pasión,
frenesí, y un poco de soberbia.

Te levanto un templo en mi corazón,
pero este estará dividido por por una
gran muralla; una parte dedicada
a Diana, la que está en mis pensamientos
y recuerdos; y otra para Diana
la que está en mi vida, a mi lado.

Una para la que me besa locamente,
otra para la que me hace el amor
con pasión y desenfreno; son mis dos
mitades, son mi otro yo; una es Diana
mi amiga íntima, otras es Diana mi querida
novia: Ambas son las Dos Dianas, ambas
son mis dos amores, amabas mi vida entera...

Adolfo Huerta

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