es curioso, yo mismo no lo sé
La dicha del destino nos ha juntado,
su mano firme nos ha hecho uno,
mientras todo lo eleva el viento;
y tu y yo quedamos esclavizados
Locuras de jugueteos y de bromas,
son obscuridad y fuente luminosa
de mis pensamientos, en ellos solo
tu alma está presente; tu alma
pasajera, siempre cambiante
Nos une el tiempo, nos une el firmamento
Y así pasarán los días y yo
pensando en ti estaré a toda hora;
mi pecho clama tu nombre inmortal
Amada mía, esto que siento
se que es amor; se que es pasión,
frenesí, y un poco de soberbia.
Te levanto un templo en mi corazón,
pero este estará dividido por por una
gran muralla; una parte dedicada
a Diana, la que está en mis pensamientos
y recuerdos; y otra para Diana
la que está en mi vida, a mi lado.
Una para la que me besa locamente,
otra para la que me hace el amor
con pasión y desenfreno; son mis dos
mitades, son mi otro yo; una es Diana
mi amiga íntima, otras es Diana mi querida
novia: Ambas son las Dos Dianas, ambas
son mis dos amores, amabas mi vida entera...
Adolfo Huerta
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