"Todos los yaquis cogidos con las armas en las manos fueron fusilados imediatamente,
comprobando que el mejor yaqui es el yaqui muerto"
La Revolución que vino del Norte
Uno
de los temas que en la actualidad sigue resonando entre la intelectualidad, el
estudiantado y el pueblo en general es la
Revolución de 1910; a pesar de eso poco se da a conocer sobre sus causas,
sobre las diferencias ideológicas y políticas que existían entre los grupos
revolucionarios, y sobre el carácter que tenía la causa revolucionaria
dependiendo del contexto geográfico en el que se hubiera desarrollado, en este
trabajo se analizará la Revolución de 1910, y sus diferentes matices en el
norte y en el sur, dando lugar así a dos movimientos armados totalmente
diferentes, pero con un fin en común: El bienestar social del pueblo mexicano.
Los primeros brotes de la
insurrección armada comienzan en Tomochic, y en poblados principalmente en los
que residían las tribus yaquis de Sonora, que pedían que se les devolvieran
sus tierras, las cuales, habían sido ocupadas por los terratenientes. Los yaquis se aferraban mucho a esas
tierras, en primera porque eran de su propiedad, y en segunda, porque eran
consideradas vitales para el desarrollo de la vida en sus aldeas, debido a que
esas tierras habían pertenecido a ellos desde tiempos atrás y no iban a tolerar
que se las arrebataran.
Con
gran valor, y con una gran inferioridad armamentística, se lanzaron a defender
aquello que originalmente les pertenecía, y muchos de ellos fueron muertos en
su intento por recuperar su patrimonio; varias aldeas fueron disueltas por el
Ejército Federal, y ocupadas más tierras, y por esa razón se presento en los
demás estados de la república un aumento en la población debido a los
desplazados que buscaban refugio en otro lugar porque se les prohibió regresar
so pena de muerte.
Estos
pequeños movimientos comenzaron a encender la mecha del movimiento
Revolucionario, aquí era donde comenzaba La
Revolución que vino del Norte.
- Dos bandos regionales, dos
Revoluciones
Diferencias
existieron bastantes entre estas dos, desde la personalidad de los diferentes
Líderes de la Revolución, hasta los
colores con los que pintaban en la política. Es importante entender al proceso
de la Revolución como un hecho con características políticas al principio, y
después como un movimiento social. Los precursores de la Revolución social,
tanto en el Norte como en el Sur fueron los hermanos Flores Magón. Los Flores
Magón eran anarcosindicalistas, creían en el bienestar del trabajador, del
proletariado, y veían en él, la base de
toda la producción Nacional, y la base de la sociedad misma. Para ellos el
desarrollo social iba de la mano al desarrollo sindicalista, y a la
independencia sindicalista.
Estos hombres fueron los primeros
que propusieron en su “Programa del
Partido Liberal Mexicano” que los obreros tuvieran acceso a prestaciones y
salarios justos, servicio de salud universal, educación para sus hijos, y un
máximo de 12 horas de trabajo; así como mejorar las relaciones patrón- peón, y
darle a este último independencia y derecho a afiliarse o formar un Sindicato,
para ellos la base de todo eran los obreros sindicalizados.
Su
movimiento poco a poco va tomando fuerza a medida que los obreros, seducidos,
por las ideas radicales y tan apegadas a lo que ellos querían, son
violentamente reprimidos cuando por primera vez intentaron entrar en Huelga, en
dos complejos, el complejo Minero de Cananea, y el Complejo textilero de Rio
Blanco, en Sonora y Veracruz respectivamente; ya en estos momentos se vislumbraba la
grandeza del movimiento que muy pronto se llegaría a levantar y que cambiaría
por completo el panorama y la forma de pensar del pueblo mexicano.
Por
el lado de la política, se encontraba como movimiento más fuerte el de
Francisco I. Madero, el cual también proponía ciertos lineamientos de carácter
Floresmagonista en cuanto a las acciones sociales de su plan de trabajo, pero
el carácter político tenía más importancia para él, como una acción del
momento. En su “Plan de San Luis”, Madero sentó las bases del nuevo gobierno que
sucedería al a Gral. Díaz, teniendo como principio fundamental, el mismo con el
que este último había llegado al poder tras derrocar a Sebastián Lerdo de
Tejada: “Sufragio efectivo, no
reelección”.
Su
plan iba encaminado a llevar la democracia y darla a conocer al pueblo
mexicano, porque entre sus concepciones de carácter espiritista, pensaba que
solo el pueblo iba a alcanzar la felicidad con el principio de la democracia y
el uso del sufragio; para que de esta forma, al estar mejor motivado diera sus
mejores frutos en beneficio de la Nación.
Dos movimientos, uno político y el
otro social, pero ambos se empiezan a desarrollar con más fuerza en el norte.
El apoyo que brindaba el pueblo a estos dos movimientos era increíble, y
levantaba en ellos las esperanzas de un cambio que los llevaría como pueblo y
como trabajadores a vivir en mejores condiciones.
Lo
cierto es que después se verían envueltos en una maraña de mentiras,
manipulaciones, y calumnias, que acabaron por sumir al pueblo en una nueva
etapa de desesperación e indiferencia, al ver que los ideales por los que más
de un millón de personas habían muerto fueron llevados a un Gabinete, y fueron
encerrados en los archivos de las Instituciones Gubernamentales.
En el sur, concretamente en Morelos,
Puebla el Estado de México, la zona sur del Distrito Federal, y Guerrero el
principal representante de la causa Revolucionaria era el Gral. Emiliano
Zapata, quien comandaba al Ejército Libertador del Sur junto con Otilio
Montaño, este último sería el que redactara la mayor parte de los escritos que
se le atribuyen al movimiento Zapatista, como el Plan de Ayala. A diferencia
de del movimiento armado del Norte que contó con la presencia de la mayor parte
de los líderes de la Revolución, en el Sur-Centro solo se levantaba el
movimiento Zapatista, y todos estos hombres
eran comandados por el principio de “Tierra
y libertad”. Su movimiento estaba más encabezado a las cuestiones del
problema agrario, y del mal reparto de las tierras, exigían que los grandes
latifundios fueran repartidos entre pequeños propietarios, para que la tierra
pudiera dar frutos a todos, así como la prohibición de las Haciendas.
La
mayoría de los que formaban parte de las
filas del Ejército Libertador del Sur eran de origen indígena, pocos hablaban
el español, y todos provenían de numerosas familias campesinas, que se dedicaban al trabajo agrícola en las
grandes Haciendas, soportando duras condiciones de trabajo, y sujetos a una
deuda eterna por los “créditos” que
se otorgaban en las famosas “Tiendas de
Raya” y que, al tener intereses altísimos, el peón no podía solventarlos y
terminaba heredando a su familia una deuda excesiva.
El gran movimiento del Sur se
alimentaba para impulsarse, de los problemas agrarios, ya que en la zona sur
del país existían muy pocos complejos industriales de gran tamaño como los del
Norte, salvo los Ingenios azucareros, pero en ellos el problema central no
residía en los obreros que laboraban en dichas industrias, sino en los peones
que trabajaban hasta 18 horas con un salario miserable, sin prestaciones,
sujetos a una esclavitud económica, y sin oportunidades de sobresalir.
Lo
mismo que pasaba en Morelos pasaba en las industrias textileras de Veracruz y
Yucatán, y de igual forma el movimiento principal, no se encontraba en las
condiciones de trabajo de los obreros, si bien no dejan de ser menos
importantes, sino en los peones que trabajaban los grandes campos en los que se
cultivaba el famoso “Agave del Henequén”.
A
pesar de todo solo se llevaron a cabo pequeños levantamientos en Yucatán que
fueron rápidamente sofocados, debido a falta de organización y a que no eran
una mayoría aplastante como en el norte y sobre todo a que no contaban con
armas a disponibilidad, ya que el principal proveedor de armas era EUA,
de allí que la Lucha Armada se llevará a cabo con mayor fuerza en el Norte, y
que Cd. Juárez fuera el centro estratégico de acopio de armas.
La
Revolución en el Sur, poco a poco iba perdiendo fuerza, primero debido a que el
suministro de munición y de armas, fuera escaso ya que las tropas Villistas,
Orozquistas, y después el Ejército Constitucional, acaparaban todos los bienes
de consumo de uso militar; y también el movimiento empieza a decaer porque los
Zapatistas, al no contar con la suficiente preparación militar y política,
convirtieron, lo que puedo convertirse en un gran Movimiento que podría haber
ocupado desde sus inicios la Cd. De México, en un movimiento armado regional,
que no contaban con una ideología política bien cimentada, porque como su lema
lo decía, lo primero y único que querían era “Tierra y libertad”, en gran medida debido a que “La
tierra es de quien la trabaja”. Si bien esta Revolución fue menor, no deja
de ser importante, he incluso es la más reconocida por el pueblo, y aquí un
contraste, en tiempos de la Lucha Armada, el Gral.de División Francisco Villa
era uno de los personajes más conocidos y polémicos en el desarrollo de la
Revolución Mexicana, pero al final, sería Zapata el que haría recordar al
pueblo, la grandeza del movimiento revolucionario, y la traición sufrida al no
ser reconocidos su ideales, al acabar sepultado en una tumba olvidada, mientras
los “generales de la Revolución” se les construían tumbas de mármol fino y
mausoleos.
- Dos Revoluciones unidas a una sola causa
Al
final de todo este periodo, ambos bandos habían contribuido a la gran causa,
aunque llegaron a una etapa en la cual la disputa era todos contra todos, una
vez derrocado Huerta la pugna se libró entre Constitucionalistas contra
Villistas y Zapatistas, estos últimos considerados bandoleros, ladrones y
saqueadores; y de los ideales con los que había surgido la Revolución social,
hoy poco se sabe, la obra de los Flores Magón es poco conocida al igual que sus
vidas, Zapata y Villa hoy se les recuerda y en unos casos se les desprestigia,
Carranza llevó a cabo la traición con tal de salvar lo que el creía era la “Revolución”
para después también morir traicionado.
Y
de esta forma el pueblo acabó conociendo las Dos Revoluciones, acabó conociendo
a esos hombres que se volvieron leyendas, que inspiraron a los más jóvenes a
seguir su ejemplo y engrosar las filas de la Lucha Armada, que dieron sus vida
porque creían en un mejor futuro creían en los ideales de hombre que carecían
de estudios pero que eran líderes, líderes innatos y que llevaban las esperanza
de toda una generación depositada en sus manos.
La
posterior Institucionalización del Estado Mexicano, acabo por convertir a la
Revolución Mexicana en la “Revolución Institucional”, y los “Revolucionarios”
ya no pasaron a ser parte de de las filas de la Lucha Armada, sino pasaron a
ser parte de las filas del Partido Revolucionario Institucional, y que sumiría
al pueblo en una falsa esperanza de cambio; durante este periodo hubo grandes
avances en materia de infraestructura, industria y servicios públicos, pero el
pueblo seguía teniendo hambre, y esos héroes olvidados permanecían en sus
jacales humildes sin ser tomados en cuenta, “mientras los revolucionarios”
acabaron en sus pequeños jacales en el Pedregal de San Ángel, con sus caballos
motorizados en los “Cuarteles de la Revolución”, y de esta manera es como las
dos Revoluciones se unieron, y se unieron por las intenciones de sus líderes,
porque eran hombre que deseaban un cambio radical, y otros que deseaban solo
moderar el sistema establecido, para hacerlo “más ameno” , estos últimos son
los que llegaron al poder y los que se consolidaron como “Partido de la
Revolución” ellos son los que consolidaron el Nuevo Estado Burgués, los que hoy
controlan el presente, para controlar el pasado y el futuro de México, y la
Revolución que vio del Norte, y la Revolución del Sur, el día de hoy se la
llevan los que quieren quedar bien con nuestros queridos vecinos del norte…
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