jueves, 26 de abril de 2012

Una carta primeriza.

Hola, espero estés muy bien, yo estoy algo emocionado por estarte escribiendo. Ojalá te guste mi carta, para que me respondas con una sonrisa en el corazón.
Pues... no sé por dónde empezar, estoy sentado en el camión, escribiendo no más, papaloteando con la mirada a ratos, con la vista en las jacarandas que amurallan la calle, en los pajarillos que bailan en el cielo del ocaso. Empecé la carta aquí porque me acordé de repente de ti, de los desbarajustes del servicio postal, de lo alborotadores que dicen que son los alumnos de teatro y de la curita con el mostacho pintado que se me olvidó darte al despedirme, ya sabes, esas cosas de las que platicamos, o más bien de las que me platicas. Y es que me conoces, no soy bueno para las palabras, a mí me gusta escucharte e irme a viajar con tu voz a la hacienda de tus tíos o a la casa de tus abuelos, siempre contigo como guía.

Bueno, me acordé de ti por la curita en la bolsa de mi camisa... ¿sabes? yo creo que la bolsa de una camisa debe de estar siempre en el lado izquierdo del pecho, porque ahí se encuentra el corazón y así las cosas quedan bien resguardadas. También pienso que en ella sólo debe uno guardar cosas importantes, porque no es como las bolsas del pantalón, que sirven bien para cualquier cosa, no, las bolsas de la camisa son asuntos importantes. Por eso ahí guardé la famosa curita bigotona y el tubo de óleo que me regalaste, y también te guardo a ti... Bueno, no a ti porque no cabrías en un pequeño bolsillo, no cabrían ni tus tennis; digo que guardo mis recuerdos contigo, tus miradas tan sonrientes y nuestras alegrías... Espera, pensándolo bien, eso tampoco es posible, no se pueden guardar los recuerdos entre la tela porque a ellos no se les tiene, sino que se les sabe. Creo que no me estoy explicando nada bien, pero espero que me entiendas, más bien: sé que me entiendes. Me despido y te mando un abrazo, y una sonrisa cordial.
Espero saber pronto de ti.

Con cariño: Larrón.

Un agradecimiento

Un agradecimiento a todos los que vienen un momento a leer nuestras pequeñas obras; un agradecimiento a aquellos que nos han brindado su apoyo, porque es de reconocer que, un escritor, no es nada sin el gran apoyo que le brindan sus lectores, con el solo hecho de retirarse un poco de la vida monótona y cotidiana para darse el gusto de leer un poco, y así poder estar en contacto directo con las emociones, pensamientos y dudas que el escritor deja plasmado con sutileza en sus letras... ¡Muchas gracias a todos!

Jardín de Hormigas

Hoy te vi en el mar.

Mi intención no es sobornarte con la mentira del dolor, sólo te estoy dando un poco de mí, una esencia que se perdió en las letras, alguna verdad hecha gramática, empiezo mi dedicatoria diciéndote que te espero volver a ver, volver a encontrarme con tu olor, con tus labios, con tus misterios, volver a sentir tu recuerdo que me trastorna, que me llama, que me incita a recordar ese día, te espero siempre en el mismo lugar, a la misma hora, en el lugar pactado, al lado del mar, en las botas que llevo, en la gabardina vieja que tanto te gusta. intento con este regalo que me recuerdes, que me sientas tan dentro que se te olvide nuestro pasado, la piel de quien intentó tenerte, la bendición del barco que inundándose gritó tu nombre, te espero, te reclamo como mío, este es sólo un presente para recordarte que existo, para recordarte que te amo, que te espero, que te necesito,  que te quiero, dibujar con mis tintas de luz, de oscuridad, mis tintas, tus labios, espero recibas este presente a tiempo, cuando aún seas real.
Así decía la dedicatoria del libro que encontré, tirado en el mar, con las hojas arrugadas por la sal, totalmente intacto y en su empaque original, no quiero ni pensar para quien era, ni quien lo escribió, sólo sé que fue hace mucho tiempo, en la época donde todavía existía el amor. 
 Malintzin.

Amor mío

Hermosa niña, amante, confidente,
vengo y me postro ante tu presencia,
solo por ti he viajado tanto;
Amaneceres y ocasos han de pasar
y mi amor por ti no ha de hacer
más que envolverme y embriagarme.

Mi vida te he de ofrecer y encausar
¡Oh dulce amor!¡Oh vida eterna!
Un beso tuyo pido a cambio,
un solo instante eterno a tu lado;
mis delirios, mis esperanzas, mi alma;
todo es arrastrado, todo acogido por ti.

Y cuando siento que te pierdo,
y cuando pienso que te alejas
¡Amor necesito decirte que te amo!
¡Oh dulce manjar, llévame contigo!
Un día se que estaremos juntos,
un instante, un fruto de la eternidad

A veces sin más me resigno
y sin más me duermo, me inquieto;
porque solo así puedo morir en sueños,
sin martirios, sin fe sin esperanza;
un minuto basta para preocuparme,
un silencio, un suspiro un latido.

Amor mío, por favor regresa,
quiero compartir mi felicidad,
quiero ser alguien al ser tuyo;
No me importan las barreras no más,
se que esto es difícil, pero te amo,
¡Oh amor mío!¡Te amo! Ven y quédate,
quédate aquí, quédate solo a mi lado.

Matius

miércoles, 25 de abril de 2012

Soledad cristalina

Ante tí me postro ¡Oh creadora!
porque todo lo que produces lo escondes,
en las bellas praderas y verdes campos,
en los océanos, mares y lagos; allí es
donde ha quedado marcado todo, tu nombre
tu linaje, y tu noble estirpe de guerrera.

Allí es donde las horas se vuelven años,
donde los momentos felices tristes serán,
es un lugar lleno de lumbre renovadora,
es el fuego eterno el que reposa; nadie
osa contradecirte, eres todo, mas siempre
representas con orgullo y serenidad la nada.

Mi querida confidente serás,
fiel servidora, fiel consejera,
soledad cristalina, región colorida
¡Representas la nada! Eres el tiempo;
pero en mi ocupas un lugar vital,
y para siempre serás mi todo.

Soledad cristalina, agua de río,
reflejo del cielo, azul cristalino,
me proteges, me cubres de todo;
eres fuerte, indomable y tenaz,
¡Oh creadora de todo! Eres protección
¡Oh creadora! Eres soledad cristalina.

Matius

viernes, 20 de abril de 2012

Amarillo

Amarillo, amarillo verdoso,
a pesar de todo eres el mismo;
sigues moviendo cada parte de mí,
eres la esperanza de un sueño,
y ofuscado, un mundo colorido,
un refugio del alma, del cuerpo.

Cada vez que te miro imagino
un sol, radiante, un sol frío
consuelos de las almas sin
descanso y sin coloración; nunca
he de convertirte ni combinarte,
jamás tu esencia será corrompida.

Amarillo, amarillo azulado,
reflejo del cielo, del mar y del tiempo;
un solo grito, un solo llanto, un suspiro,
solo el presentimiento de un florecer,
de un amanecer tardío, algo en común,
un grito, un suspiro del mar y del cielo.

Radiante color, sabores y olores,
círculos de la eternidad y del tiempo,
constelaciones, bifurcaciones, fusiones,
todo se mueve al ritmo de las mareas,
mareas distantes, azuladas, reflejan el sol
reflejan el amarillo azulado del pasado.

Matius

miércoles, 18 de abril de 2012

Dos enamorados


Veo ante mí a dos enamorados,
ellos se aman profundamente, nadie
se atreve a separarlos porque siempre
que alguien lo intenta surgen dudas,
pareciera que su aura poderosa
los ha de proteger de todo peligro

Dos gotas de agua, dos enamorados,
eso son, son nuestras sombras, son
reflejos de bifurcaciones del tiempo,
unas veces agua salada, otras, gotas
de rocío matinal y fresco, solo luces,
proyecciones de un claro de luna.

Sus cuerpos se entrelazan y no lo saben,
simplemente ignoran que la revelación
está apunto de privarlos de todo espíritu
de soberbia, de orgullo; han de ser carne
de nuestra carne, sangre de nuestra sangre
sus movimientos son lentos y cambiantes

Sus bocas se combinan en sincronía,
rítmicamente un beso tras otro, una caricia,
un leve movimiento, una sutil  gemido,
y todo se torna azulado, todo se torna
de pronto para mí en un recuerdo vago
y descubro que allí estas tu y nadie más.

Dos enamorados, dos gotas de agua, 
mis más ardientes deseos se diversifican
mientras te abrazo, mientras eres mía, 
en tanto te hago mía; y somos los dos
enamorados, que buscando refugio,
encontramos un mar y gotas de agua.

P. D.  A ti te dedico mis letras, a ti mi más grande anhelo, cambiante y siempre sincera gota de rocío, lluvia londinense, sombra siempre fiel a mí.

Matius









martes, 17 de abril de 2012

Una exhalación.

En el sillón
su sillón
Su propia reminiscencia
se deshacía lentamente.

En el rincón junto a la mesita de noche
se mareaban el cenicero y la copa
en un baile leve y pesado
la copa llena, el vidrio y su canto quebrado

El viejo librero y la ventana de madera
soltaron su ronquido ancestral de coloso
Todos resonaban con el eco de un grito
un golpe sordo
una carrera apresurada.

Quedó ahí su vida
La puerta vibraba como enloquecida.
Tan sólo una sensación de humo
quedó sobre el terciopelo
del sillón

El velo gris de un suspiro sin sombra
el aura opaca de un simple recuerdo
se revolvían y se disolvían
en la atmósfera pasmada

El tronar de cristal y agua
los frenos del tren enfurecido
provocaron un disturbio infinito
en el suelo de la hacienda.

Se escuchó el tronar también
de una voz que sucumbía
ante un hoyo negro en la cabeza
El estallido de sangre y hierro
quedó sobre las vías frente a la puerta principal.

Larrón

domingo, 8 de abril de 2012

La Revolución que vino del Norte

  "Todos los yaquis cogidos con las armas en las manos fueron fusilados imediatamente, 
comprobando que el mejor yaqui es el yaqui muerto"

La Revolución que vino del Norte


Uno de los temas que en la actualidad sigue resonando entre la intelectualidad, el estudiantado y el pueblo en general es la  Revolución de 1910; a pesar de eso poco se da a conocer sobre sus causas, sobre las diferencias ideológicas y políticas que existían entre los grupos revolucionarios, y sobre el carácter que tenía la causa revolucionaria dependiendo del contexto geográfico en el que se hubiera desarrollado, en este trabajo se analizará la Revolución de 1910, y sus diferentes matices en el norte y en el sur, dando lugar así a dos movimientos armados totalmente diferentes, pero con un fin en común: El bienestar social del pueblo mexicano.
            Los primeros brotes de la insurrección armada comienzan en Tomochic, y en poblados principalmente en los que residían las tribus yaquis  de Sonora, que pedían que se les devolvieran sus tierras, las cuales, habían sido ocupadas por los terratenientes. Los yaquis se aferraban mucho a esas tierras, en primera porque eran de su propiedad, y en segunda, porque eran consideradas vitales para el desarrollo de la vida en sus aldeas, debido a que esas tierras habían pertenecido a ellos desde tiempos atrás y no iban a tolerar que se las arrebataran.
Con gran valor, y con una gran inferioridad armamentística, se lanzaron a defender aquello que originalmente les pertenecía, y muchos de ellos fueron muertos en su intento por recuperar su patrimonio; varias aldeas fueron disueltas por el Ejército Federal, y ocupadas más tierras, y por esa razón se presento en los demás estados de la república un aumento en la población debido a los desplazados que buscaban refugio en otro lugar porque se les prohibió regresar so pena de muerte.
Estos pequeños movimientos comenzaron a encender la mecha del movimiento Revolucionario, aquí era donde comenzaba La Revolución que vino del Norte.

  •  Dos bandos regionales, dos Revoluciones

Diferencias existieron bastantes entre estas dos, desde la personalidad de los diferentes Líderes de la Revolución,  hasta los colores con los que pintaban en la política. Es importante entender al proceso de la Revolución como un hecho con características políticas al principio, y después como un movimiento social. Los precursores de la Revolución social, tanto en el Norte como en el Sur fueron los hermanos Flores Magón. Los Flores Magón eran anarcosindicalistas, creían en el bienestar del trabajador, del proletariado, y veían en él,  la base de toda la producción Nacional, y la base de la sociedad misma. Para ellos el desarrollo social iba de la mano al desarrollo sindicalista, y a la independencia sindicalista.
            Estos hombres fueron los primeros que propusieron en su “Programa del Partido Liberal Mexicano” que los obreros tuvieran acceso a prestaciones y salarios justos, servicio de salud universal, educación para sus hijos, y un máximo de 12 horas de trabajo; así como mejorar las relaciones patrón- peón, y darle a este último independencia y derecho a afiliarse o formar un Sindicato, para ellos la base de todo eran los obreros sindicalizados.
Su movimiento poco a poco va tomando fuerza a medida que los obreros, seducidos, por las ideas radicales y tan apegadas a lo que ellos querían, son violentamente reprimidos cuando por primera vez intentaron entrar en Huelga, en dos complejos, el complejo Minero de Cananea, y el Complejo textilero de Rio Blanco, en Sonora y Veracruz respectivamente;  ya en estos momentos se vislumbraba la grandeza del movimiento que muy pronto se llegaría a levantar y que cambiaría por completo el panorama y la forma de pensar del pueblo mexicano.
Por el lado de la política, se encontraba como movimiento más fuerte el de Francisco I. Madero, el cual también proponía ciertos lineamientos de carácter Floresmagonista en cuanto a las acciones sociales de su plan de trabajo, pero el carácter político tenía más importancia para él, como una acción del momento. En su “Plan de San Luis”,  Madero sentó las bases del nuevo gobierno que sucedería al a Gral. Díaz, teniendo como principio fundamental, el mismo con el que este último había llegado al poder tras derrocar a Sebastián Lerdo de Tejada: “Sufragio efectivo, no reelección”.

Su plan iba encaminado a llevar la democracia y darla a conocer al pueblo mexicano, porque entre sus concepciones de carácter espiritista, pensaba que solo el pueblo iba a alcanzar la felicidad con el principio de la democracia y el uso del sufragio; para que de esta forma, al estar mejor motivado diera sus mejores frutos en beneficio de la Nación.
            Dos movimientos, uno político y el otro social, pero ambos se empiezan a desarrollar con más fuerza en el norte. El apoyo que brindaba el pueblo a estos dos movimientos era increíble, y levantaba en ellos las esperanzas de un cambio que los llevaría como pueblo y como trabajadores a vivir en mejores condiciones.
Lo cierto es que después se verían envueltos en una maraña de mentiras, manipulaciones, y calumnias, que acabaron por sumir al pueblo en una nueva etapa de desesperación e indiferencia, al ver que los ideales por los que más de un millón de personas habían muerto fueron llevados a un Gabinete, y fueron encerrados en los archivos de las Instituciones Gubernamentales.
            En el sur, concretamente en Morelos, Puebla el Estado de México, la zona sur del Distrito Federal, y Guerrero el principal representante de la causa Revolucionaria era el Gral. Emiliano Zapata, quien comandaba al Ejército Libertador del Sur junto con Otilio Montaño, este último sería el que redactara la mayor parte de los escritos que se le atribuyen al movimiento Zapatista, como el Plan de Ayala.  A diferencia de del movimiento armado del Norte que contó con la presencia de la mayor parte de los líderes de la Revolución, en el Sur-Centro solo se levantaba el movimiento Zapatista, y todos estos hombres  eran comandados por el principio de “Tierra y libertad”. Su movimiento estaba más encabezado a las cuestiones del problema agrario, y del mal reparto de las tierras, exigían que los grandes latifundios fueran repartidos entre pequeños propietarios, para que la tierra pudiera dar frutos a todos, así como la prohibición de las Haciendas.
La mayoría  de los que formaban parte de las filas del Ejército Libertador del Sur eran de origen indígena, pocos hablaban el español, y todos provenían de numerosas familias campesinas, que  se dedicaban al trabajo agrícola en las grandes Haciendas, soportando duras condiciones de trabajo, y sujetos a una deuda eterna por los “créditos” que se otorgaban en las famosas “Tiendas de Raya” y que, al tener intereses altísimos, el peón no podía solventarlos y terminaba heredando a su familia una deuda excesiva.
            El gran movimiento del Sur se alimentaba para impulsarse, de los problemas agrarios, ya que en la zona sur del país existían muy pocos complejos industriales de gran tamaño como los del Norte, salvo los Ingenios azucareros, pero en ellos el problema central no residía en los obreros que laboraban en dichas industrias, sino en los peones que trabajaban hasta 18 horas con un salario miserable, sin prestaciones, sujetos a una esclavitud económica, y sin oportunidades de sobresalir.
Lo mismo que pasaba en Morelos pasaba en las industrias textileras de Veracruz y Yucatán, y de igual forma el movimiento principal, no se encontraba en las condiciones de trabajo de los obreros, si bien no dejan de ser menos importantes, sino en los peones que trabajaban los grandes campos en los que se cultivaba el famoso “Agave del Henequén”.
A pesar de todo solo se llevaron a cabo pequeños levantamientos en Yucatán que fueron rápidamente sofocados, debido a falta de organización y a que no eran una mayoría aplastante como en el norte y sobre todo a que no contaban con armas a disponibilidad,  ya  que el principal proveedor de armas era EUA, de allí que la Lucha Armada se llevará a cabo con mayor fuerza en el Norte, y que Cd. Juárez fuera el centro estratégico de acopio de armas.
La Revolución en el Sur, poco a poco iba perdiendo fuerza, primero debido a que el suministro de munición y de armas, fuera escaso ya que las tropas Villistas, Orozquistas, y después el Ejército Constitucional, acaparaban todos los bienes de consumo de uso militar; y también el movimiento empieza a decaer porque los Zapatistas, al no contar con la suficiente preparación militar y política, convirtieron, lo que puedo convertirse en un gran Movimiento que podría haber ocupado desde sus inicios la Cd. De México, en un movimiento armado regional, que no contaban con una ideología política bien cimentada, porque como su lema lo decía, lo primero y único que querían era “Tierra y libertad”, en gran medida debido a que  “La tierra es de quien la trabaja”. Si bien esta Revolución fue menor, no deja de ser importante, he incluso es la más reconocida por el pueblo, y aquí un contraste, en tiempos de la Lucha Armada, el Gral.de División Francisco Villa era uno de los personajes más conocidos y polémicos en el desarrollo de la Revolución Mexicana, pero al final, sería Zapata el que haría recordar al pueblo, la grandeza del movimiento revolucionario, y la traición sufrida al no ser reconocidos su ideales, al acabar sepultado en una tumba olvidada, mientras los “generales de la Revolución” se les construían tumbas de mármol fino y mausoleos.

  • Dos Revoluciones unidas a una sola causa

Al final de todo este periodo, ambos bandos habían contribuido a la gran causa, aunque llegaron a una etapa en la cual la disputa era todos contra todos, una vez derrocado Huerta la pugna se libró entre Constitucionalistas contra Villistas y Zapatistas, estos últimos considerados bandoleros, ladrones y saqueadores; y de los ideales con los que había surgido la Revolución social, hoy poco se sabe, la obra de los Flores Magón es poco conocida al igual que sus vidas, Zapata y Villa hoy se les recuerda y en unos casos se les desprestigia, Carranza llevó a cabo la traición con tal de salvar lo que el creía era la “Revolución” para después también morir traicionado.
Y de esta forma el pueblo acabó conociendo las Dos Revoluciones, acabó conociendo a esos hombres que se volvieron leyendas, que inspiraron a los más jóvenes a seguir su ejemplo y engrosar las filas de la Lucha Armada, que dieron sus vida porque creían en un mejor futuro creían en los ideales de hombre que carecían de estudios pero que eran líderes, líderes innatos y que llevaban las esperanza de toda una generación depositada en sus manos.
La posterior Institucionalización del Estado Mexicano, acabo por convertir a la Revolución Mexicana en la “Revolución Institucional”, y los “Revolucionarios” ya no pasaron a ser parte de de las filas de la Lucha Armada, sino pasaron a ser parte de las filas del Partido Revolucionario Institucional, y que sumiría al pueblo en una falsa esperanza de cambio; durante este periodo hubo grandes avances en materia de infraestructura, industria y servicios públicos, pero el pueblo seguía teniendo hambre, y esos héroes olvidados permanecían en sus jacales humildes sin ser tomados en cuenta, “mientras los revolucionarios” acabaron en sus pequeños jacales en el Pedregal de San Ángel, con sus caballos motorizados en los “Cuarteles de la Revolución”, y de esta manera es como las dos Revoluciones se unieron, y se unieron por las intenciones de sus líderes, porque eran hombre que deseaban un cambio radical, y otros que deseaban solo moderar el sistema establecido, para hacerlo “más ameno” , estos últimos son los que llegaron al poder y los que se consolidaron como “Partido de la Revolución” ellos son los que consolidaron el Nuevo Estado Burgués, los que hoy controlan el presente, para controlar el pasado y el futuro de México, y la Revolución que vio del Norte, y la Revolución del Sur, el día de hoy se la llevan los que quieren quedar bien con nuestros queridos vecinos del norte…















Bibliografía
Aguilar, Héctor. Saldos de la Revolución. Editorial Océano. México, 1984.
Alperovich, M.S. et all“México de 1870 a 1917” en Ensayos de historia de México. Ediciones Cultura Popular. México, 1974.
Anda, Cuauhtémoc. México y su desarrollo socioeconómico. Noriega Editores. México, 2000.
González, Francisco. Historia de México 2. Colección Textos Universitarios. Ediciones Quinto Sol. México, 2009.
León-Portilla, Miguel.  Emiliano Zapata. Los manifiestos en Náhuatl. Editado por La Secretaría de Cultura de la Ciudad de México.
Ulloa,  Bertha. “La lucha armada” en Historia General de México. Colegio de México. México, 2000.
González, Manuel. La Revolución Social de México. Fondo de la Cultura Económica. México, 1985.








sábado, 7 de abril de 2012

Me perdí en la en la metamorfosis de tu alma.


A fuego lento, revoltosas caricias que parecen mariposas se cuelan por debajo de la ropa y van dejando el sentimiento, amor forjado a fuego lento.
Rosana.
Te miraba y el sol se estrellaba contra tu rostro.
Volvía rojas las llamas de tus mejillas.
Volvía estaño la textura de tus pupilas.
Me revolvía el estómago, concentraba tus orugas.
Las atendía, con mesura y limpieza. Todas en millares crecían
Crecían cuando tocabas con tu mano caliente mi rostro,
crecían amablemente cuando tu preocupación elevaba la bondad de tu frente.
Dormían cuando tus suspiros evitaban el declive de mi mente.
Y llegaba un día donde maduraban.
Maduraban cuando tocabas partes de mi cuerpo.
Maduraban cuando la boca caía de tanto esfuerzo.
Volaban cuando tu amor fomentaba roces con nuestros cuerpos.
Volabas cuando tu alma tenía forma de alas de mariposa,
cuando mi antena tocaba tu cuello.
Volábamos, cuando las mariposas del estómago comenzaban el vuelo. 

Jal P. V.

Introrevolucionario


¿Cuándo sabías que eras tú?
¿Desde el nacimiento?
¿Hace tres meses?,
ya no recuerdo lo que te dije en verano.
¿Qué éramos todos juntos? ¿Qué éramos nadie juntos?
¿Quiénes sois? nunca fue un ¿quiénes son?
Despertaré olvidando, lo que te dije hace tres minutos
¿Quién eres tú y cuándo dejaste ser aquello que nunca fuiste? 

Jal P. V. 

Entre las sombras y bajo las tinieblas.


Miraba ambas manos para no perderlas. El lugar era obscuro y las tinieblas se oscurecían un poco más. Las luces de los postes estaban podridas, irradiaban color negro hasta a la tierra. Era yo y un peñasco sin puente. Me agité y pensé que la mejor opción sería aventarme, y deshacerme de todo lo que maldecía mi camino. Me decidí lanzar y cuando la caída empezaba a hacer efecto sobre mi cuerpo, estrechándolo contra el polvo. Me hallaba sólo, tirado sobre la nada.
  Me hallaba enmugrecido por la suciedad que llevan en los zapatos cada transeúnte que regula  su paso por el lugar.  Sólo ellos saben cuán estupefacta está su pisada y qué tan larga es la huella de su pecado. Y ahora la tenía sobre mi cuerpo. Desnudo me hallaba desnudo por el viento. Desolado y a punto de desfallecer. La luna fue una confidente que afilaba sus emblanquecidos colmillos de luz sobre mi frente. Lo único que podía llegar a observarse. La cuña era la hoz de la muerte
            Su nombre sollozaba la pena. La destrozaba como bala de buen calibre atravesando una pared de soledad. La desmoronaba y con ello perdía un poco de mí. ¿Miedo a perder mi soledad? ¿Miedo a perderme? A su nombre no le podía negar nada. Era la rosa que sólo una vez en la vida le aparece al que atenta contra su suerte. Y reta al mundo. Su nombre era un emblema representando los tres soles que auxiliaban a mi espera. El amor forjaba mi cielo y desteñía las tinieblas. Cuando me hallaba entre las sombras y bajo las tinieblas.
               
Jal P.V.  

viernes, 6 de abril de 2012

Ensayo sobre Mexicanidad.


¿Qué es ser mexicano?

Desde el título, partimos hacía donde vamos a dirigirnos y, utilizando un método cartesiano, comenzamos por una duda. Para adentrarnos en el tema, es necesario preguntarnos ¿Qué es identidad? y ¿qué es ser mexicano? Ambos sostienen una relación tan estrecha, sin embargo difieren al momento de profundizar. Identidad, por significado podemos encontrar “Conjunto de características, datos o informaciones que son propias de una persona o un grupo y que permiten diferenciarlos del resto”[1], lo cual nos deja muy alejado de lo que pretendemos buscar, pues caeríamos indefinidamente fuera del meollo del asunto. Al buscar una identidad como país, tendríamos que dividirla en estados, después delegaciones o municipios, etcétera… hasta llegar al punto individualista y así mismo, se realizaría un método inductivo que nos dirigiría una probabilidad, de lo que somos. Es por eso que al momento de dirigir el concepto de mexicano en enfatizará en conjunto. El problema inmiscuye a cada uno de lo que pertenecen a este conjunto, y debemos ser conscientes de ello.
            A lo largo de la Historia de México, se ha vivido en una serie de conflictos y batallas, entre distintivos bandos. Desde sus orígenes, ya en el México prehispánico, los pueblos siempre mantuvieron una difícil interrelación. Diversas diferencias ocasionaron batallas entre algunas culturas. Por ejemplo el resentimiento del pueblo Tlaxcalteca, por ser dominado por el Imperio Azteca, resultó una causante de la caída del segundo. Cuando se aliaron a las fuerzas de Cortés para mostrar los caminos desconocidos para los españoles y al mismo tiempo tan conocidos, por los Tlaxcaltecas.
Fue una astuta estrategia que definiría el destino de la batalla entre aztecas y españoles. Justo como es narrado en los libros de Historia de México. También retomado por escritores mexicanos, para volver a narrar, con estilo literario, ese hecho histórico. Y queda palmado ese sentir de despreció por los llamados traidores, que de igual forma eran naturales de la misma tierra que nosotros. “Se dirá durante siglos que la culpa de todo la tienen siempre los tlaxcaltecas; el orgullo y la traición pueden ser fieles compañeros, disimulándose entre sí.”[2] Y eso fue desde la época prehispánica. Terminando con la Conquista de México, después a consecuencia la creación de Nueva España.
            México atravesó fuertes combates para buscar una autonomía. Al momento de finalizar la consumación en 1821, y pensar que lo único que faltaba era una mejor organización, sucedió todo lo contrario. Fueron tiempos de invasiones, de luchas, de encuentros; desde contra países extranjeros, hasta con nosotros mismos. Por la desigualdad racial, por la búsqueda de una identidad, donde no había cabida para una diversidad de raza, se empezó por marginar más agudamente a las castas o, a deshacerse de ellas, fomentando el mestizaje. “…en el siglo XIX la minoría más ilustrada, en su empeño de hacerse culta a la europea, se aproxima al descastamiento.”[3] ¿Debemos seguir intentando buscar una identidad mexicana? ¿Hasta qué punto se busca una universalidad mexicana?
            Los constantes movimientos mundiales, trajeron como producto una globalización, donde la fuga de pensamiento se expandió de una manera veloz. México fue uno de los receptores de ideas. La universalidad del mundo, sobre todo del proveniente de Europa, influyó en México a tratar de imitar el modus vivendi que profesaba Europa. La asimilación del pensamiento europeo y el intento de estar al mismo nivel que occidente, ocasionó una tendencia inconsciente a imitar su cultura. “Los mexicanos han imitado mucho tiempo, sin darse cuenta de que estaban imitado. Creían, de buena fe, estar incorporando la civilización al país. El mimetismo ha sido un fenómeno inconsciente…”[4].
            Siendo rigurosos, la imitación y su uso excesivo, sobre todo de los sistemas políticos europeos son los que han llevado al fracaso a México, en su intento de organización (sobre todo política), pero no sólo eso, de manera que se fue imitando el sistema occidental, se fue adoptando una enemistad contra los seguidores de ese ideal.  Pues estos países, como efecto de su ideal imperialista, comenzaron a invadir, ejemplificado con España y Francia en México. Francia en mayor grado. “Su hostilidad ante la cultura europea, encuentra aún nuevas razones en su favor al considerar los múltiples fracasos ocasionados por el abuso de la imitación extranjera”[5]. Sin lugar a dudas, la contrariedad en México ha sido muy persistente, y se aprecia en lo antes enunciado. Se quiere aquello que en sus raíces se detesta o desprecia.
            A medida que el tiempo transcurrió, la cultura europea y su influencia en México, perdió fuerza. El mundo norteamericano y su expansionismo dieron frutos, y, como colindante de los Estados Unidos de América, México recibió uno de sus efectos. No obstante, el expansionismo estadounidense no fue de golpe, había tenido orígenes desde la creación de la constitución de 1824. Cuando en México se lidiaba una lucha entre federalistas y centralistas. El federalista obtiene una victoria, dando muestra de la imitación del Estado mexicano hacía el sistema del norte. “Se sabe que el modelo de las Constituciones que se sucedieron en nuestro país durante la pasada centuria, fue tomado de los Estados Unidos. El primer texto de la Constitución americana que se conoció en México…”[6].
            Y estos golpes “fantasmas” de Estados Unidos, han prevalecido hasta nuestros días, hasta la época contemporánea. De nueva cuenta, autores mexicanos escriben lo que observan al respecto. José Emilio Pacheco, escritor contemporáneo, tratando de expresar las costumbres de su época (siglo XX, entre 1946-1952),  escribe la terrible influencia al lenguaje, ya difícil por su mestizaje entre el español y las lenguas indígenas, en México. “Mientras tanto nos modernizamos, incorporábamos a nuestra habla términos que primero habían sonado como pochismos en las películas de Tin Tan y luego insensiblemente se mexicanizaban: tenquíu, oquéi, uasamara, sherap, sorry, uan móment pliis”[7]. Entre muchos otros escritores, que daban cuenta de lo mismo.
            El lenguaje, siempre tan importante para una cultura y asimismo para una identidad. Las palabras regularmente ocultan significados explosivos, fuertes por naturaleza; y algunas veces traumas o nociones mentales. En México se han creado neologismos, autóctonos, que representan símbolos sólo en el lugar donde se pronuncian. Entre muchos neologismos, uno de los más usados son el ser chingón o ser chingado.
            Estas dos simples palabras, demuestra de nuevo batalla, pero ahora contra nosotros mismos. Como venía sucediendo en cada parte de nuestra historia. Lo que se quiere mantener es la victoria. Probablemente por las constantes derrotas exteriores, han forjado el deseo, por lo menos de ganar algo, aunque sea una batalla verbal. Como sucede en el albur. El ser chingado es lo peor que puede pasarte, es desleal, es sucio, todo lo detestable. A diferencia de su recíproco, que es lo que todos quieren tener. Ser el que chinga, es la prioridad. “La palabra chingar, con todas estas múltiples significaciones, define gran parte de nuestra vida y califica nuestras relaciones con el resto de nuestros amigos y compatriotas. Para el mexicano la vida es una posibilidad de chingar o de ser chingado.” [8] Estamos hundidos en un mundo bifurcado, donde sólo existen esas dos posibilidades. Un Estado Natural, el más fuerte sobrevive.
            A duras penas, pude expresar algunas de las problemáticas que tiene nuestro país. Así como cada uno de los mexicanos. Estamos cegados, caminando si saber que somos, e inconscientemente, no llega a importarnos. La realidad que tenemos esta aturdida y sumergida en un sinfín de incertezas. Desde nuestra Historia, hasta nuestro pensamiento. La manera en que vivimos no nos ha llevado a nada bueno. Podría decir mil defectos que sostenemos todavía, incluso bastaría con que reflexionaran un poco sobre lo que viven diariamente ¿De qué sirve?, absolutamente para nada. Lo único que realmente importa es impulsar esa voluntad. Que a su vez traerá consigo un nuevo pensamiento, una idea, una nueva visión de la vida. Estamos condenados a perdernos en el limbo de las mentiras y los prejuiciosos, sino sabemos lo que somos.
            Debemos saber que, el conocimiento de las cosas son simples herramientas para mejorar la vida humana. Sin dejar de perder eso. No perder lo que nos hace ser. Fomentar el humanismo, a partir de la mexicanidad. Desde lo que somos y no sabemos que somos. Emprender esa búsqueda espiritual y encontrarnos. Saber y aplicar que: “Nosotros  somos los únicos que podemos contestar a las preguntas que hacen la realidad y nuestro propio ser.”[9]. Buscar ¿qué es ser mexicano?
           



[1] The free Dictionary. http://es.thefreedictionary.com/identidad. [06-04-2012]
[2] Fuentes, Carlos, El Naranajo o los círculos del tiempo, Alfaguara, México, 1993,  pp. 32.
[3] Ramos, Samuel. El perfil del hombre y la cultura en México, Colección austrial, México. 1990. Pp. 20.
[4] Ibid. Pp 21-22.
[5] Ibid pp. 21
[6] Ibid pp. 23
[7] Pacheco, José, Las batallas en el desierto, Era, México, 2011, pp. 11.
[8] Paz, Octavio, Laberinto de la soledad, Fondo de Cultura Económica, México, 1967, pp. 71
[9] Ibid pp. 67


Por:  Jal P. V.