En el sillón
su sillón
Su propia reminiscencia
se deshacía lentamente.
En el rincón junto a la mesita de noche
se mareaban el cenicero y la copa
en un baile leve y pesado
la copa llena, el vidrio y su canto quebrado
El viejo librero y la ventana de madera
soltaron su ronquido ancestral de coloso
Todos resonaban con el eco de un grito
un golpe sordo
una carrera apresurada.
Quedó ahí su vida
La puerta vibraba como enloquecida.
Tan sólo una sensación de humo
quedó sobre el terciopelo
del sillón
El velo gris de un suspiro sin sombra
el aura opaca de un simple recuerdo
se revolvían y se disolvían
en la atmósfera pasmada
se revolvían y se disolvían
en la atmósfera pasmada
El tronar de cristal y agua
los frenos del tren enfurecido
provocaron un disturbio infinito
los frenos del tren enfurecido
provocaron un disturbio infinito
en el suelo de la hacienda.
Se escuchó el tronar también
de una voz que sucumbía
ante un hoyo negro en la cabeza
de una voz que sucumbía
ante un hoyo negro en la cabeza
El estallido de sangre y hierro
quedó sobre las vías frente a la puerta principal.
quedó sobre las vías frente a la puerta principal.
Larrón
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