A fuego lento, revoltosas caricias que parecen mariposas se
cuelan por debajo de la ropa y van dejando el sentimiento, amor forjado a fuego
lento.
Rosana.
Te
miraba y el sol se estrellaba contra tu rostro.
Volvía
rojas las llamas de tus mejillas.
Volvía
estaño la textura de tus pupilas.
Me
revolvía el estómago, concentraba tus orugas.
Las
atendía, con mesura y limpieza. Todas en millares crecían
Crecían
cuando tocabas con tu mano caliente mi rostro,
crecían
amablemente cuando tu preocupación elevaba la bondad de tu frente.
Dormían
cuando tus suspiros evitaban el declive de mi mente.
Y
llegaba un día donde maduraban.
Maduraban
cuando tocabas partes de mi cuerpo.
Maduraban cuando la boca caía de tanto esfuerzo.
Volaban
cuando tu amor fomentaba roces con nuestros cuerpos.
Volabas
cuando tu alma tenía forma de alas de mariposa,
cuando
mi antena tocaba tu cuello.
Volábamos,
cuando las mariposas del estómago comenzaban el vuelo.
Jal P. V.
Jal P. V.
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