miércoles, 23 de mayo de 2012

Carta sin remitente

"Las cosas invisibles necesitan encarnarse, las ideas caen a la tierra como palomas muertas."
  Julio Cortázar

La lechuza blanca, la nueva vereda en una calle dividida en dos. Animal pálido cargado de libros. En una sola carta logró propinar algunos de los problemas que ya venían en libros. Los suyos que, muy anteriormente, llegasen frente a mí, como una caída de asteroides en una noche insabida, incierta hasta el punto de no tener un fin o inicio. Lo nuevo nunca fue lejano de lo viejo; sin embargo, los caminos están cerrados.
Lo había ya trazado en una página. Todo apuntó a un Que tal López. Hubiese sido lo mismo un Pérez, Ramírez o cualquier otro apellido monótono y reconocido. Me había recitado palabras de ave, de lechuza a palomas. Me trastornaron; de vuelta al vuelo.

Jal P. V. 

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