sábado, 1 de diciembre de 2012

Día de protestas


Hoy veo lo que sea y es algo de ti
estás acá y allá
humeas en el té caliente y en la ventana
brillas también en la lámpara
en el sillón

estás ahí con tu inmensa nada
andas caminando por las calles
sentada en el autobús que pasa
tras los vidrios rotos en la calle Juárez

mirando
estás en una mirada

estás también detrás de un paliacate y un gorro negros
abréndote paso entre los policías
no sé, el todo, la nada
en mi cámara y en mis pies, corriendo de un lado a otro

vibras en un grito desesperado
te derramas en la sangre de ese
en el suelo
escurres tirada a media calle

vuelas en el frío de la noche
te escondes bajo la cama
junto a los trapos sucios, la ropa
hueles a pólvora

en todos lados
pero no eres tú
ni tu voz ni tu aroma
ni nada en el aire
estás en todos lados
pero no estás conmigo

Larrón

viernes, 30 de noviembre de 2012

Qué cosas


Qué cosas
un día estoy contigo en el metro
en el vagón
en garibaldi, esperando
miro mi reflejo y todo
te miro a ti
el tren no va a salir
el miedo existe en un vagón de metro
al siguiente no existo
no proyecto sombra alguna
soy transparente
la calle, la banqueta
no hay sonido
ni siquiera voy a los usuales 160 centímetros sobre del suelo
creo que vuelo, o algo parecido
te miro de nuevo
ahí sentada, levantas la mirada
no me observas aquí volando
miras las nubes, ya
miras las nubes y yo no existo
y yo no existo como un pensamiento
de esos que uno tira a la papelera
y ya
qué cosas


Larrón

domingo, 18 de noviembre de 2012

A dónde

Te quiero
de aquí a la luna con alas de cera
al mar cayendo
al cielo, a la luna, a la noche

de aquí a mis miedos:
por ti corro hacia ellos
los atravieso y los desplomo
y sigo corriendo hasta dar la vuelta al mundo

te quiero desde mi piel hasta tu piel
desde mi corazón
perla hundida en un mar de tristezas
hasta tu luz

te quiero de aquí a la luna
con alas de cera
de aquí volando al sol
de aquí a mi muerte


Larrón

miércoles, 17 de octubre de 2012

Era solitaria


Una cosa de ella es el escote. No una "cosa", no, de hecho es... es ella misma, a veces. Esa extensión de piel que se desliza por el cuello y las clavículas, y baja a los manantiales del delirio, pozas vívidas del deseo, fosas deslumbrantes. Eso es ella, es el cabello que escurre negro, gélido hacia los pies, y es la ropa suave y delgada que no protege ni esconde su virginidad altiva, perenne. Ella es un rojo cálido en la piel, rojo de sol, rojo que se adentra y se escabulle y se entromete en las entrañas de la vida misma y del ser

¿Cómo decirlo? No es que en realidad su mirada y su sonrisa y su cuerpo no me importen, como si de la venus, la mujer de Milo, pudiéramos arrancar un trozo a martillazos y pensar que esa es su esencia. Lo que pasa es que el vértice sobre el cual toda la belleza y la impureza de su nombre recaen, es su escote: la piel que se mira y la que no se mira -bajo sus hombros, sobre el collar-, ese mundo entero, ese cosmos inmenso, esa isla con Adán y Eva danzando entre los árboles con los sexos descubiertos.

Ella es un escote
Ella lo es
Ella lo sabe

Ella hace uso de su belleza y de sus encantos aun no revelados. Es engañosa, es hiedra, enredadera hermosa, ella espera detrás, escondida tras las rejas, más allá del marco que forman sus brazos y su cuerpo… ¡y entonces salta por su presa! salta y araña lo que encuentra, desgarra cual gato a lo que queda de nosotros, ratones inocentes, incrédulos, maravillados con su luz.

Ella también es hoyo negro, tragándolo todo, intentando absorberlo todo, todo, todo, bajo su falda, entre el vello y su cuerpo. Es un vórtice, debilita, pero no es mortal; son sus piernas una caricia que no deja ir más allá, que deja pasmado todo antes de comerlo, porque no es para eso que fue dada.

¿Y yo? Yo lamento el haber intentado encontrar mi fin en ella, en su espalda y sus nalgas perfectas, ese fue mi error, el error de pensar a una estrella como si fuera la luna entera, sin saber lo engañoso de la noche sobre mi cabeza. Eso lo lamento, lo lloro en las tardes, lo rechazo y lo grito y lo corro y lo siento en mí al caer junto a los cuervos, al volar dentro del mismo sueño infinito que soy. Siempre.

Ella es un escote, nada más fue para mí, aunque tal vez para ti pueda ser esa muchacha morena, y de pelo largo, y a veces solitaria... llamada ---.

Larrón.

viernes, 12 de octubre de 2012

Tan...


Tan solitario
como el blanco en mi memoria.
 Tan ausente
 como los textos perdidos,
 escritos detrás de una hoja usada
que se camufla en el tiempo.
 Vacío
como el espacio entre dos palabras
 que puede convertir su hueca existencia
 en un significado.
 Con la presencia ausente
 como el irónico momento en el que te miré a los ojos
 y todo careció de realidad y solidez.
De pronto todo era tan insípido
y sinsentido que no me importaba que fuera así. 
Y la luz.
La luz con su monocromática
 manera de cegarme los ojos
 y hacerme creer que cambia su color
 cuando solo era el otro lado de
 un prisma cristalino...

 Malintzin.

domingo, 16 de septiembre de 2012

Cuento...



  Este cuento lo escribi en un intento de crear algo distinto y por encago de mi hermano hace unos 5 o 6 años. Originalmente no tiene un titulo pero si algun dia lo llegarán a encontrar  en un antologia ajena a mi  lo titularon "Amor Burgues"
Había una vez en la ciudad de Manhattan una mujer llamada  Jane  corría el año de 1770 y por las calles en que solía pasearse Jane por las tardes se respiraba un aire puro y solitario donde la gente solía descansar y meditar sobre el ajetreo de la ciudad.
Jane era una mujer muy bella: alta, delgada, de tez blanca y muy fina, y una mirada profunda de color azul era muy joven quizás unos 17 o 18 años y su familia era de la clase acomodada de esa ciudad. Ella nunca había conocido el amor de alguien por que sus padres ya tenían arreglada una boda con uno de los burgueses mas importantes y solo le habían enseñado como comportarse y le habían dado diversas clases para que pudiera ser una señorita en sociedad.
Ella jamás había desobedecido a sus padres pues eran los que según ella sabrían lo mejor para su vida y se prometió nunca hacerlo pero las cosas cambiarían una tarde de ese otoño por que al pasar por esa calle se encontraría con aquel que haría  que rompiera su promesa.
Esa tarde ella caminaba por la misma calle de siempre en donde siempre se congregaba la gente cuando de pronto alcanzo a ver a lo lejos junto al gran reloj de la esquina a un hombre de clase media pero en vestido de rostro resplandecientes y ojos de color aceituna ella al verle se sorprendió pues nunca en todas las veces que había pasado por la misma calle a la misma hora se había encontrado con un hombre de tal impresión incluso se percato que por primera vez había puesto sus ojos en alguien mas. Ella se volteo hacia el otro lado avergonzada por su comportamiento pues sabía que estaba comprometida pero no pudo evitar sentirse extrañamente impaciente y con mucha curiosidad con respecto a aquel hombre, cuando volteo la mirada para volver a verlo este había desaparecido.
Pasaron un par de días antes de que Jane volviera a verlo pero ella no podía dejar de pensar en aquella mirada que le provocaba vergüenza pero al mismo tiempo sentía la necesidad de volver a verla ella estaba consciente de que hacia mal pero como toda jovencita aventurera quería descubrir nuevas cosas.
Tiempo después de ese encuentro volvió a encontrarse con el hombre y se sintió sobresaltada al notar que era la misma hora de la vez anterior y que estaba exactamente en el mismo lugar, pero lo mas extraño aun era que estaba mirándola. Jane se preguntaba:
-¿Por qué me estará mirando de ese modo?
De pronto sintió que se le acerco y antes de que pudiera salir corriendo de ahí la tomo por sorpresa y le dijo:
-Buenas tardes, bella dama mi nombre es Peter y desde hace algunos días me he percatado que usted camina por esta calle pero me pregunto el porqué y no me había atrevido a acercármele por que creía que usted me rechazaría con un rotundo desdén
-Paseo por esta calle por que  me gusta observar a la gente y me siento tranquilo en ella. Siempre lo hago a esta misma hora por que a las seis de la tarde la ciudad de Manhattan y sobre todo esta calle se iluminan por el radiante sol de la tarde. Pero dígame quien es usted y por que me mira con tanta insistencia
-Por que veo que usted es realmente hermosa y el sol proyecta sobre usted una luz que cautiva es por eso que la miro pero  prefiero no incomodarla mas es mejor que me vaya, solo dígame su nombre  por favor.
-Mi nombre es Jane Nicoles pero quiero que sepa que esta será la ultima vez que me vea por que yo no puedo fallar a mis padres estoy comprometida y aunque su cumplido es muy halagador debo  irme
Y sin despedirse Jane salió corriendo Peter la siguió hasta su casa y averiguo todo sobre ella en menos de una semana sabia todo lo que necesitaba saber sobre ella. Una noche Peter se atrevió a subir por su ventana y ella le recibió con gran temor desde su balcón. El le dedico poemas canciones pinto para ella dibujos y en menos de tres meses logró enamorarla al grado tal de que le dejo de importar la opinión de sus padres y el compromiso que tenia desde pequeña con el burgués que se llamaba Edward lo único que Jane quería era permanecer  al lado de Peter no le importaba que no tuviera dinero o que vivieran unidos en matrimonio si no simplemente que el la amara.
Pasado algún tiempo cuando su amor por Peter era mas intenso Jane le propuso escaparse a algún lugar lejano de su familia y toda la gente que la conocía por que quería comenzar una familia a su lado y sabia bien que sus padres no le permitirían vivir con el. Peter acepto pero le pidió que nadie se enterara de su escape que solo permaneciera en su casa hasta que el tuviera un plan para sacarla de ahí y que por lo pronto no se negara a aceptar el compromiso con Edward. Jane no estuvo muy de acuerdo con esa situación pero supo esperar pues creía que Peter hacia lo correcto y también lo hizo para dejar tranquilos a sus padres por lo que Edward al día siguiente le entrego un anillo de diamantes en señal de compromiso y la fecha de la boda se programaría para el sábado siguiente.
Llegado el día anterior de la boda Jane estaba muy nerviosa pues temía por la vida de Peter, si el plan salía mal y sus padres se enteraban de lo ocurrido, además de que ella no sabia cual era el plan por eso se encontraba muy agobiada. Esa tarde recibió de manos de su sirvienta una nota cuyo contenido era el siguiente
Amada mía:
Te estaré esperando en el balcón de siempre en cuanto el reloj marque las doce si has decidido no acudir a nuestra cita sabré comprenderlo perfectamente.
Siempre tuyo
PETER

Las doce de las noche habían dado y Jane esperaba en el balcón de siempre a su amado mientras esperaba, empezó a oír ruidos en su casa lo cual se le hizo muy extraño por que sus padres ya habían dormido entonces creyó que Peter había entrado por la puerta trasera de su casa pero cual fue su sorpresa al descubrir a tres hombres enmascarados que subían por la escalera. Jane trato de correr y esconderse en su habitación pero le fue imposible ya que los bandidos eran más rápidos y fuertes que ella.
Jane intento forcejear con ellos pero unas ves que la alcanzaron ya no pudieron hacer nada y fue raptada por los tres hombres. Su familia fue muerta aquella noche apuñalados y parte de su casa sobre todo las cosas mas valiosas para la familia fueron robadas y llevadas junto con ella.
Horrorizada por lo sucedido Jane quiso buscar a Peter por que pensaba que el iba a salvarla para podre hacerlo Jane pidió a uno de sus captores que le permitiera ver la calle por donde pasaban en ese momento con la promesa de no salir corriendo. El captor le pregunto si tenía más familia que pudiese rescatarla y pagara una fuerte cantidad de dinero por ella Jane contesto que si pero no permitiría que le hicieran daño a más gente de su familia. El captor accedió a la petición de Jane y le permitió ver la calle y justo en el mismo lugar donde había conocido a su amado Peter se encontraba parado un hombre al que no pudo reconocer por lo que pidió a sus captores que le permitieran acercarse al reloj de la esquina creyendo que si el hombre era Peter podría salvarla.
Una vez cerca del reloj Jane descubrió que el hombre parado junto a este era el mismo Peter disfrazado  a igual que sus captores. Jane le suplico que la salvara que le dijera a los de más que la dejaran en paz por que ella lo amaba y ella sabia que no era un hombre malo que jamás le haría ningún daño. A lo que Peter respondió fríamente y sin ninguna emoción en su rostro:
-Yo nunca la ame me acerque a usted por que supe que era hermosa y que tenia suficiente plata para mantenerme vivo. Sabia que usted era una mujer de principios por eso me dedique a enamorarla y si ahora le hablo de usted es por que jamás sentí nada y era la única forma de convencerla para que dejara su casa. Más ahora que lo pienso mejor me será matarla para que no me delate y pueda vivir sin culpa por que solo lo hice por necesidad.
Al oír esas palabras Jane comenzó a llorar y después de mucho sollozo cayo desmayada al verla inconsciente y en un acto de cobardía Peter la mato a puñaladas y corto su cuerpo en pedazos y de lo que no pudo deshacerse lo enterró en un roble cercano a la calle.
Días después de lo sucedido tras el cargo de conciencia heredo y al quedarse con todo el dinero de la familia de Jane prefirió suicidarse pues supo de que realmente amaba a Jane pero pudo más el dinero y el poder que el gran amor que sentía por ella.
Inspirado en la canción:
  
Catherine Linton

sábado, 15 de septiembre de 2012

Soy...

Soy hecha de carne, agua y sal.
Soy carne de humano porque siento aun sin sentir.
Soy agua porque fluyo por encima y apesar de todo, bueno o malo.
Soy sal, le doy sabor y textura al mar de vida que me dieron.

Como humano tambien soy fuego, tierra y aire
Fuego cuando me doy el lujo de apasionarme con algo o alguien para amarlo 
Tierra porque sostengo mi propio mundo y creo vida con la magia de mis pensamientos y mis lagunas mentales.
 Aire porque floto a traves de mi mente, mis sueños, mis palabras....

Soy luz que brilla  en momentos oscuros para aquellos que se acercan a mi

Soy vida ahora porque mi corazón sigue latiendo y mi sangre sigue recorriendome la piel
Soy muerte al envejecer lentamente con el pasar de los segundos: sé que mientras plasmo esto algo en mi esta muriendo, porque sin la vida no habría muerte y viceversa.

No soy Dios porque Dios existe en mi y me dio el poder de ser lo que quiera ser en este mundo y en otros .

Soy hoy, seré mañana y fui ayer, sigo siendo en este instante , sería algo mejor después , habré sido un recuerdo para otros y todavía he sido lo que quiero ser.

Asi es y será hasta el final. E incluso después del final
Catherine Linton
 

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Cardia, cardias: reminiscencias, no para el olvido.


Toma mi corazón y llénalo de frutos,
de tus dotes pláidos y tibios.
Toma mi corazón y embúllelo en sábanas,
de tu piel: en tu boca suave, y manos hiladoras.
Toma mi corazón, y resguardalo en tu alma
como siempre lo has hecho, con unas palabras.

Habrá cual ingenuo dude de lo que tomas,
los tiempos son injustos.
¿Cuánto ha de importar el vulgo,
presa de nostalgias, invidente?
Nada. Perdidos los asombros,
que la ciencia nos arroja.

Ciencia tan absurda, mil veces
torpe y tonta, que no duda.
El pasado cobra sin zozobra,
y la concordia de esos tiempos
a nuestro pecho vital arroja.

Nuestra concordia; tradición amorosa,
de palabras y de bocas.
Testigos eternamente seremos,
bajo palabra; pues el día que olvidemos [cardia, cardias]
se perderá hasta el olvido; arrojaremos
 la última mirada, y antes de caer
nos habremos perdido
entre la inmensidad de la nada,
donde no existen las palabras.

Jal P.V.

sábado, 1 de septiembre de 2012

Ya muérete

Fastidio de mí
mi incompetencia
mis palabras revueltas
mi utopía del nosotros

¿nosotros?
a veces dices que me amas
a veces cuando hablamos
cuando llamas

quédate por favor
quémate
quéjate
que el fuego te consuma como al agua

ya déjame morir tranquilo


Larrón

miércoles, 29 de agosto de 2012

Soledad, aquí siempre habrá


…todo lo escrito en ellos era irrepetible desde siempre y para siempre, porque las estirpes condenadas a cien años de soledad no tenían una segunda oportunidad sobre la tierra.     
Gabriel García Márquez. Cien años de soledad.
Me retrase, pero de alguna manera quiero comunicar mi inconformidad conmigo mismo. Y es que todo malestar empieza tan maravillosamente bien, como cuando acaba. Esencialmente desde que uno se intenta levantar agresivamente, levanta pestañas y nota, de reojo mareado, que ninguno del par de pies dejo de moverse toda la noche; ¿cómo es posible?, me respondo claramente y muy atinado: ‘los monstruos de la infancia han regresado’. No cabe la menor duda de que sucedió. Hace muchas mañanas atrás, cuando apenas reconocía la diferencia entre una letra ‘s’ y una ‘c’ y que jamás confundí con la ‘z’ (porque todos saben que zoológico se escribe con z, y es de las pocas palabras que uno logra imaginar en sus primeros días de vida), me atormentaba la idea de la soledad. Y es que simplemente cuando uno la intenta concebir por medio de sonidos, palabrejas o cuchicheos; no la haya.
            Todo este enjambre de soledad me lleva a mi memoria, insensata y estéril; transportándome lentamente entre cada una de las pesadillas más espantosas que jamás se olvidan. Desde una araña patona y peluda gigante –de ahí los aracnofóbicos- hasta las diminutas a alas y gigantes pesuñas de un animalejo trastornado, y de genes imaginarios –exactamente las personas más salvajes en la infancia- . Nunca recobraré los buenos días, porque nunca de los nunca los tuve. ¡Desgraciada infancia!
Ahora bien, que no me vengan con el cuento de que la niñez es el fruto deseado de todo escuincle, o me harán vomitar telarañas de furia, que si los agarran llevarán a la sepultura todas mis palabrotas y maldiciones en tiernos tejidos inacabables; para que así no puedan deshacerse de ellas nunca más.
            Lo irónico, es que todos mis recuerdos me han acogido de la mejor forma. Me alimentaron como todo buen sapo verde retuerce las moscas en la lengua lánguida y babosa, y después de un momento deposita en un par de boquillas igualmente babosas pero más pequeñas que la suya. Me llenan y me duelen. Me asienten y me desorbitan. Y es que nada tiene sentido; nunca nada lo tuvo: ¿por qué hemos ahora diez o más años después esperar algún sentido a todo? Desde siempre la soledad se apodero de nosotros, desde el instante que quisimos ser lo que somos y no ser lo que no somos. Y al fin de cuentas, todo llega a tener sentido, cuando se lo quitamos descalabrándola con un empujón frente a las escaleras más cercanas. 

P.V. Jal

viernes, 24 de agosto de 2012

Ideas sonámbulas.



Todo me parece tan extraño, tan enigmático que, a veces, me siento tentada a pensar que soy irreal. Como si estuviera entre las cortinas de un sueño y resultara imposible definir algo con claridad. Un fantasma sería la mejor manera de acercarse con alguna exactitud a lo que soy. Alguien bordado con un sinnúmero de sensaciones. Una batalla entre lo imaginario y la posibilidad de existir. Pero, también, las palabras hacen burbujas dentro de mí y ellas me regalan mi indefinible sentido de la materialidad. Constituyen la otra parte de mi universo simbólico y gracias a sus horizontes puedo mirar más allá de la misma inmensidad. Y aunque siempre regreso a mis eternos dilemas, cada que escribo olvido, por unos instantes, la infinitud de sombras y de tinieblas que habitan en mí.

Malintzin.

sábado, 28 de julio de 2012

Sigue tu camino

Yo ya no te voy a insistir
No espero que entiendas,
Pero tu lo quisiste asi
Si hubo algo se termino aqui,
Y no porque yo lo quiera.


Yo ya no te puedo esperar
Pero sabes que aqui voy a estar,
Porque el corazon siempre es asi
Sea un gran amor o simple amistad.


Sigue tu camino
Que yo el mio sabre buscar
Y ya seran designios del destino
Si algun dia nos volvemos a encontrar.

 Catherine Linton

miércoles, 20 de junio de 2012

Terra agricolae et stella


  " Longum inter est per praecepta, breve et efficax per exempla."
(Séneca, Epist. VI,5.)
Un agricultor una vez se detuvo a observar el cielo después de arduas horas de trabajo bajo un sol incandescente. Mientras observaba el cielo se dio cuenta de que a medida que lo observaba, sentía que alguien lo observaba. Muy grande fue su sorpresa al percatarse de que una pequeña estrella en plena luz del día se dejaba ver, una estrella con un brillo muy hermoso, era de esas pequeñas que pareciera que parpadeaban, que miraban, que hechizaban.
Se dio cuenta que el fulgor de aquella era de un color verde turquesa, justo como los ojos de su amada que ya hace tiempo había partido de este mundo con la esperanza de encontrar un día un lugar en el que los libros, de tan maduros que estén en los grandes anaqueles del acervo universal despidan su singular olor y caigan de su pedestal esperando a que alguien benévolo los lea.
Justo cuando bajó la mirada para empezar a recoger sus herramientas y tornar a casa un tanto triste por ese recuerdo tan bello, aquella estrella se transformó en un as muy poderoso de luz y bajó del Cosmos hasta llegar donde estaba el agricultor. ¿Era su amada? No lo sabía, solo sabía que esta belleza era una mujer henchida de amor y felicidad que  había encontrado a alguien en quien confiar,  alguien que al igual que ella ahora brillaba  en el firmamento y que estaba cerca muy cerca de ella.
Pronto se dio cuenta; Sí, sí era su amada, el olor de sus dulces cabellos, el sabor de su boca la viva imagen de la belleza y el placer se presentaron ante el y juntos se fundieron en uno solo, la tierra era su lecho el firmamento su techo, y de esa manera quedó su amor plantado,pronto nació una pequeña flor al lado de un naranjo. Ahora quedaba claro; el siempre lo supo, ella siempre lo supo, ese amor al final los unió y de ese amor surgió un pequeño gran sendero que conducía al Cosmos, donde cada día la historia se vuelve a repetir y el amor vuelve a resurgir; largos serán los consejos, pero breves y eficaces son los ejemplos...

Adolfo

A las Dos Dianas

Nadie sabe por qué te quiero tanto,
es curioso, yo mismo no lo sé
La dicha del destino nos ha juntado,
su mano firme nos ha hecho uno,
mientras todo lo eleva el viento;
y tu y yo quedamos esclavizados

Locuras de jugueteos y de bromas,
son obscuridad y fuente luminosa
de mis pensamientos, en ellos solo
tu alma está presente; tu alma
pasajera, siempre cambiante
Nos une el tiempo, nos une el firmamento

Y así pasarán los días y yo
pensando en ti estaré a toda hora;
mi pecho clama tu nombre inmortal
Amada mía, esto que siento
se que es amor; se que es pasión,
frenesí, y un poco de soberbia.

Te levanto un templo en mi corazón,
pero este estará dividido por por una
gran muralla; una parte dedicada
a Diana, la que está en mis pensamientos
y recuerdos; y otra para Diana
la que está en mi vida, a mi lado.

Una para la que me besa locamente,
otra para la que me hace el amor
con pasión y desenfreno; son mis dos
mitades, son mi otro yo; una es Diana
mi amiga íntima, otras es Diana mi querida
novia: Ambas son las Dos Dianas, ambas
son mis dos amores, amabas mi vida entera...

Adolfo Huerta

sábado, 16 de junio de 2012

Adicciones.

Cuando uno empieza a impacientarse con algún cuento, alguna novela, un pequeño o gran ensayo. Se extravía, una de sus tantas ilusiones, vueltas al pasar de hoja con un golpeteo débil a la hoja. Siguiente. Siguiente. Después pasa espasmódico a la traslación de ideas revueltas. Las iniciaciones del arte escrito. Extasiados por escribir y escribir más, otro días poco más. Por consiguiente, se queda uno sin nada más que decir, que lo que ya tenía resguardado. Entonces, reflexiona un minuto. Dos horas. Una semana. Tres años, -varia, según el caso- Y por fin vuelve al génesis de todo. Regresa a impacientarse, una silla, tres pilas de libros. Y al cabo de un tiempo. Millares de hojas. Empieza a impacientarse.

Jal P. V.

viernes, 8 de junio de 2012

Esperanza murió ayer.


Y si van a atraparme, que lo hagan de una vez, no soporto la espera en silencio.

Solía darme un baño caliente antes de dormir. Así me despertaba para solamente vestirme e ir a desayunar, usualmente desayunaba en un pequeño puesto de tortas bajando mi apartamento. 

Yo vivo solo. Trabajaba ayudando en un despacho jurídico a una media hora de mi apartamento. Mi vida solía ser rutinaria, algo aburrida, pero al fin y al cabo, solía disfrutarla.
 Tiene mucho que no salgo con alguien, y creo que no tengo amigos, mis padres viven en otro estado y me es muy difícil ir a verlos. Deseaba adoptar un pequeño perro o un gato hasta que las cosas cambiaron.

Primero fue la inmensa propaganda en las paredes de los edificios y casas, incluso en el edificio donde vivo. No fue la gran cosa, casi nadie le presta atención al segundo o tercer día a esos pósters pegados en los postes de luz.

Luego en la radio y después en la televisión. Amarillismo, competencia, mentiras, guerra sucia, ataques, todo en un lenguaje distinto al que uno se acostumbra cuando lo crían. ¿Cadena Nacional?
Una semana después, la dueña del puesto en el cual desayunaba dejó de preparar los deliciosos desayunos. Pregunté a quien pude el por qué, y sólo contestaban: "Pues... Parece que se enfermó de tantas elecciones...".

No lo entendí en ese momento, pero unos días después, el terror se empezó a apoderar de mi mente. Llegaban llamadas al teléfono de mi casa; primero una cada tercer día, luego una diaria, una cada hora, una cada cinco minutos... Y luego a mi celular.

Propaganda por teléfono, peor que los cobradores de créditos y préstamos. Propuestas por aquí, propuestas por allá. Uno lo trata de considerar hasta que llegan las propuestas indiscretas: "¿No le interesa ganar $1000 de manera muy sencilla?". Hijoles, hasta se me enchina la piel. Si se tiene tantita cordura... No, tantita consideración por lo que uno ama, se rechazan sin siquiera pensarlo. 

Se preguntarán a quién he de amar... Pues a pesar de que he vivido sólo bastante tiempo ( y créanme que es difícil sobrellevar la soledad algunas veces), en esos momentos en los que viajaba en microbús o RTP (no tengo coche debido a mi situación económica), me daba cuenta que había por qué o quién luchar. "¡Pero si la gente es bien grosera!", ya sé, ya sé, y muchas personas lo son, pero no suelo generalizar, y muy a pesar de esos empujones, esas groserías, esos rostros indiferentes, y muchas veces rostros de enojo, el corazón se agranda cuando escuchas ese "¡buenos días!" o "¡buenas tardes!", sin mencionar la sonrisa de las personas mayores o las mujeres embarazadas cuando les das el asiento, o las risas de los niños pequeños que resuenan muy por encima de la música de banda a todo volumen del conductor.
Bueno, sin desviarme más de la historia, pronto empezaron a tocar a la puerta, dejando todo tipo de propaganda, a veces folletos tirados debajo de la puerta, otras con un "no olvide quién le conviene más A USTED".

Y estarán preguntándose el por qué les cuento la historia en tiempo pasado... Pues mi vida ahora es un desastre. Digo, ya lo era, pero no a tal grado. Tanta basura se apoderó de mi cordura, y no sólo de la mía, si no de la de todos mis conocidos, hasta de los más tolerantes.
Ahora vivimos entre un abismo de confusión, ya no conocemos la diferencia entre la mentira y la verdad. Las promesas se han convertido en la esperanza muerta del pueblo. Y ya no encuentro mi cartera.
Ahora que me han encontrado...
Sólo les pido una cosa: Si van a liberarme, que lo hagan de una vez, no soporto un segundo más entre anuncios mudos.
Nath

domingo, 3 de junio de 2012

Crítica al imperialismo priísta


Enrique Peña Nieto: «¿Existe el PRI?»
Carlos Salinas de Gortari:«Claro que existe. El PRI existe. Televisa es la encarnación del partido».
Enrique Peña Nieto:«¿Existe en el mismo sentido en que yo existo?»
Carlos Salinas de Gortari:«Tú no existes»*
En 1949, George Orwell, presentaría ante el mundo su obra cumbre, continuación espiritual del brillante y nuevo “Mundo Feliz” de Aldous Huxley. Ambas versaban en la propaganda política, la vejación humana, la condición imperialista y el gobierno omnipresente, falto de artes, marginado en la ignorancia y aterrorizado en el vacío existencial que nadie jamás reconocería concientemente.
Dios, aquí, es un ente pagano, todopoderoso, si, propietario de la historia y la manipulación mediática, dueño absoluto de la verdad y la realidad.
Crítica imperante al régimen totalitario, Orwell, forja un mundo cínico, falso y risible, contrastante a la nueva era de oportunidades creada por la tierra de los sueños y creencias, Estados Unidos. La democracia ya era un derecho universal, y la palabra de DIOS contrastaba con la de Dios, aquel que adornaba la novela distópica de Orwell.
19 años más tarde, Andy Warhol anunciaba su postulado más famoso, “En el futuro, todos serán famosos por 15 minutos”, sin saberlo, Warhol le había dado nombre a la nueva religión que se alzaba airosa ante los ojos sociales de todas las amas de casa desesperadas y hombres de negocios de virilidad dudosa: culto a celebridades. De pronto, la muerte de Marilyn Monroe se volvió más importante que la guerra de Vietnam, y las estrellas de rock se habían vuelto las mascotas circenses del mundo entero.
Un año antes, Jim Morrison mencionaba: “Quién controla los medios de comunicación, controla las mentes”, frase directa, polémica y salvaje que disparaba directamente al corazón del sueño americano. La prostitución política de los Kennedy y su sentido divino de estrellas de cine, héroes nacionales e internacionales de la historia plástica de la cultura del motel, la muerte misma de John F. Kennedy, pareciese más una propaganda política fríamente estipulada y congeniada por el Gran Hermano, que un asesinato razonado por un amante de los soviéticos.
Estados Unidos se unificaría ante la tragedia nacional y exigiría la muerte del estado soviético, tan falto de las oportunidades que ellos poseían, mientras las manos negras de las oportunidades recitaban al unísono “El fin justifica los medios” y Kennedy era el sacrificio para lograr el poderío universal.
49 años más tarde, México se convertiría en el parque de juegos del imperio conocido como Estados Unidos. El gran partido político es el PRI, comandado por el “Gran Hermano”, Carlos Salinas de Gortari, y su policía del pensamiento, Elba Esther Gordillo. El ministerio de la paz, co-creado con el Partido Acción Nacional, dio su primer golpe con la guerra interna del narcotráfico, exigida por un inseguro Felipe Calderón Hinojosa, mientras que su ministerio de la abundancia, con Marcelo Ebrard a la cabeza, se encarga de otorgarle a la sociedad las necesidades básicas más importantes, asegurando “educación de calidad” y creando programas de becas que facilitan el amor hacia el gobierno mexicano.
El ministerio del amor ha provocado la desaparición y muerte de más de 20 periodistas en el país, siendo el narcotráfico el principal escaparate para las acciones hechas por el régimen del Gran Hermano. El periodismo en México ha degenerado en críticas constantes ante el buen juicio del ministerio de la paz y ante el creciente uso de redes sociales y el libre transito de información, éste ha desembocado en malformaciones grotescas de la historia política del país.
El ministerio de la verdad, comandado por Josefina Vázquez Mota, se ha dedicado a cambiar y a modificar la historia social y cultural del país, alimentando así, organismos sin rostro como la Secretaría de Educación Pública.
Las pantallas gigantes con mensajes del Gran Hermano, han sido reemplazadas por televisiones en cada hogar mexicano, los mensajes son implícitos en los canales de mayor audiencia en el país: Televisa y Tv Azteca. La alimentación retrograda y punzante a la ignorancia se ve protagonizada por telenovelas aspiracionales, partidos de fútbol y programas de realidad.
Los medios impresos, también son controlados por nuestros brillante y nuevo Gran Hermano, “El Universal” y “El Reforma” se han convertido en los principales periódicos del país, que contienen información tergiversada acerca de los acontecimientos más importantes nacional e internacionalmente.
La construcción de un muñeco de plástico llamó la atención del consulado del país. “No deberíamos jugar con la vida” diría lentamente Elba Esther Gordillo, arrastrando las palabras y tosiendo pesadamente al final.
“Las sociedad modernas requieren de la imagen, no del pensamiento. No quieren pensar, no quieren leer, quieren ver. Quieren atestiguar con sus propios ojos a sus gobernantes manteniendo relaciones sexuales con sus flamantes esposas, quieren verlos en mítines como los reyes del nuevo México. Y eso es lo que les daremos” se burló Salinas de Gortari, inyectándole una sustancia rojiza y espesa al ser que tenía recostado sobre una plancha de metal, tan frío que Elba se retorció al pensarlo siquiera.
El nuevo super-político estaba vivo, lleno de vida, listo para hacer suyo a un país tercermundista, sumido en el abandono espiritual e intelectual. Ante ellos, él sería Dios. Un súper hombre capaz de todo. Salinas lo abrazó, lleno de emoción, sus diminutos ojos se humedecieron al vislumbrar a quién sería su escaparate, su muñeco de goma. El corazón de Elba dio un giró al vislumbrarlo. ¿Qué pretendía Salinas con todo esto? Se preguntaba detrás de una sonrisa de satisfacción ensayada, ya, hacia muchas noches frente al espejo de su mansión de Estocolmo.
El muñeco balbuceó sin abrir los ojos, dijo algo en un intento burdo de español y se retorció dramáticamente frente a los ojos de Salinas y Elba.
“¿Qué le sucede?” preguntaba una nerviosa Elba Esther tapándose los ojos. Habían fracasado, habían fracasado por segunda vez. Hacía quince años que el experimento fallaba, y cada vez era más fuerte la caída.
“¡Cállate, Elba!” gritaba Salinas, cesando en un segundo los balbuceos de la maestra y del monigote de plástico que tenía frente a él.
Salió de la habitación por 5, 10, 15 minutos. Elba sentía que iba a morir, que sería arrojada a los confines de la habitación 101, sin derecho a replica. De pronto, el muñeco abrió los ojos, y sus pupilas se contrajeron al ver directamente la luz de la sala de operaciones del Palacio Nacional. Gritó irracionalmente e intentó moverse inútilmente, ante las bandas elásticas que lo mantenían pegado a la mesilla de metal.
Elba se obligó a reprimir un grito de nerviosismo. Lágrimas de horror salpicaban su rostro lleno de operaciones que se comería el tiempo.
Salinas entraría a la sala ante la muda maestra de la policía del pensamiento. Pero esta vez, no se encontraba solo, lo acompañaba Emlio Azcarraga Jean, magnate de negocios, dueño de Televisa y Ricardo Salinas Pliego, sueño de grupo salinas y Tv Azteca. Ambos, atibados en unos trajes de seda negro, de los que resaltaba una corbata dorada, en el señor Azacarraga y una plateada, en el señor Salinas.
Los hombres caminaron directamente hacia la plancha, mirando fríamente al hombre que se convulsionaba frente a ellos, mirando intensamente la luz que le daba directamente a la cara.
“¿Es él?”preguntó Emilio, sosteniendo un cubre bocas con su mano izquierda y su celular con la mano derecha, tomándole fotos al muñeco de plástico que gruñía.
“En efecto, Elba y yo nos esmeramos mucho esta vez. Nos basamos en los actores de ambas empresas para su diseño. Además, no posee un cerebro funcional, las enzimas de Felipe Calderón no fueron aceptadas en su cuerpo, pero no es problema, ya conseguimos uno de Escocia y en cuanto llegué, comenzaremos con la hipnosis y la educación fundamental” contestó Salinas, sin poder disimular su creciente emoción y orgullo frente a los lideres mexicanos que tenía ante él.
“No parece muy funcional” recriminó Ricardo “Además, ¿ya tienes su biografía escrita? Nunca faltan los revoltosos que quieren saber más y más de sus gobernantes”
“Josefina se esta encargando de eso, nació en el Estado de México y tiene una hija adolescente…”
“¿Ya tienes a la hija rentada? Recuerda que solo te puedo proveer de una esposa funcional, no de todo el paquete” interrumpió Azcarraga, secándose el sudor de su frente perlada.
“El gobierno Estadounidense nos mandará una niña en las próximas semanas, dicen que es muy buena actriz y sabe hablar perfectamente el español” dijo detrás de una sonrisa Elba Esther, tomando el pañuelo de Emilio Azcarraga y secándole el sudor ella misma.
“Ya hemos invertido mucho en este proyecto. Más te vale que valga la pena. Te sugiero que inicies su ubicación de inmediato en la cámara de diputados en el Estado de México” aconsejó Ricardo Salinas, sin quitarle la vista a su celular.
El monigote no dejaba de quejarse, sus golpes eran cada vez más fuertes y, de pronto, se soltó. Los miró a todos lleno de confusión, y cerraba sus ojos una y otra vez intentado reconocerlos. No estaban en su mente, no podía sentir empatía por ellos.
Salinas de Gortari le dispara un tranquilizante, antes de que ataque a sus inversionistas. Elba llama a seguridad y pronto cargan al muñeco recién nacido.
“Más te vale que soluciones todo esto” dice Azcarraga saliendo de la sala y arrebatándole el pañuelo a la maestra.
“La próxima vez que lo vea, quiero que puedo decir aunque sea una frase compuesta” lo regaña Salinas Pliego sin mirarlo a la cara.
Salinas de Gortari le da una cachetada a Elba Esther y le grita “¡Porqué no lo drogaste bien! Te deje cajas enteras de tranquilizantes regulados y tu solo llorabas”. Elba solloza en silencio, temerosa de las horribles impresiones de la habitación 101 y todo lo que le puede ofrecer.
El muñeco de plástico, aún inconsciente escuchó durante su letargo horas y horas de repeticiones del abecedario, así como de la historia oficial del país, autorizada plenamente por la maestra Elba Esther Gordillo. Soñó con la figura heroica de su creador Salinas de Gortari. Pronto supo que había nacido en el Estado de México y que sería gobernador y presidente del país en unos años. Después, lo bañaron en frases ambiguas de estatutos y reglas que debía seguir y obedecer. NO DEBO PONER EN RIESGO AL GRAN HERMANO NI A SU GENTE. DEBO COMPORTARME DE LA MANERA EN QUE LO DICTE EL GRAN HERMANO. NO LO NOMBRARE EN VANO. RESPETARE SUS REGLAS Y LO QUE ME PIDA HACER. NO TENDRE VOLUNTAD EXTERNA, SOLO AQUELLA QUE ME DICTE EL GRAN HERMANO Y/O SU GENTE.
Al despertar era un hombre nuevo y listo para la acción. Reconoció inmediatamente donde estaba recostado: es una cama, se dijo a si mismo. Lo que tenía enfrente de sí, era una televisión y servia para ver telenovelas, partidos de fútbol y programas de realidad. Sus manos servían para sostener discursos políticos y sus pies para hacer realidad la voluntad de su padre, Salinas de Gortari.
Salinas entró a la habitación, con una charola llena de nutrientes naturales, leche de soya y un calmante natural fabricado por el estado y suministrado a los indígenas.
“Creador” dijo el muñeco, asombrado de su capacidad de hablar y del sonido que salía de su voz.
“Así es hijo mío, debes recordar que no me debes nombrar públicamente. Nunca. Para los demás, soy el Gran Hermano, y lo seré también para ti cuando te encuentres con la gente de México”, le dijo su padre, haciendo un esfuerzo por sonreír en cada pronunciación de las palabras y de hacer un énfasis enorme al decir “Gran Hermano”.
El muñeco comió en silencio, mientras el Gran Hermano, le comentaba la importancia de seguir las reglas y de hacerle caso en todo lo que el le dijera, pues, aseguraba, el era Dios y su felicidad debía de ser lo más importante.
“¿Cómo te llamas, hijo mío?” le preguntó Salinas, en un intento por probar si la hipnosis hecha por Elba, tuvo el efecto deseado en el muñeco.
“Enrique….Peña…..Nieto” articulo torpemente el monigote, sonriendo al final, tal y como lo había hecho su creador, su Dios.
“¿Dónde naciste?” preguntó nuevamente Salinas de Gortari, mostrando su dentadura completa esta vez.
“Nací en el municipio de Atlacomulco, en el Estado de México, estudié la carrera de derecho en la Universidad Panamericana y una maestría en administración de empresas en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey” dijo al instante, casi olvidando sonreír airosamente al final de su sentencia.
“¿Estas casado?” le cuestionó nuevamente Salinas, esta vez riéndose estrepitosamente al final. No podía ocultar su emoción, su experimento había funcionado.
“Si, si nombre es Mónica Pretellini, nos casamos en 1993, tenemos una hija. Mónica morirá en el 2007, y yo me casaré con una actriz de telenovela.” dijo, riéndose al igual que Salinas lo había hecho.
“Recuerda que debes buscar aquella que posea 15 minutos de fama, aquella con popularidad y con belleza, de preferencia, que no posea estudios superiores” le ordenó, disfrazándolo con un consejo, Salinas a Enrique.
“Así será, gran hermano” dijo Peña Nieto, acostumbrándose aún al sonido de su voz.


 *Del original, 1984 de George Orwell
Winston:«Existe el Gran Hermano?»
O’Brien:«Claro que existe. El Partido existe. El Gran Hermano es la encarnación del partido».
W:«¿Existe en el mismo sentido en que yo existo?»
O:«Tú no existes»









                                  Escrito extra de: Bochzissou

      Compilador: Jal PV