Para la mayoría todo esto corresponde a un fenómeno científico llamado refracción de los rayos solares, para mí no es más que la viva imagen de una naturaleza, un cielo, un Cosmos que esta más allá de lo que alcanzan a ver mis ojos. La mirada me puede engañar, quizá lo que veo no corresponde a la realidad que la naturaleza en realidad proyecta ¿cómo sé que el color verde que yo veo es igual al que tu ves? Esta es una pregunta que me produce una duda existencial, y con la cual empiezo a imaginar unos senderos en el cielo, que parecen conectarse al sol y llegar al corazón.
Nada de esto corresponde a lo que veo, toda la gente habla y yo no escucho, todo pareciera ser un profundo silencio, y de pronto no puedo hablar, me siento muy impotente, las cosas sencillas y vanas me incitan a hablar con ellas, a ellas sí les entiendo, son como yo, somos uno. Las nubes crean un paisaje tan hermoso, y reflejan su grandeza en los grandes acervos de felicidad del mundo para verse inermes en un mar de posibilidades y de locuras que han de acabar en un frasco lleno de esperanza y felicidad. Aún no es tiempo de abrirlo, aún no es tiempo de liberar toda esa energía capaz de mover el mundo, capaz de volver al hombre un ser espiritualmente alto, capaz de obrar milagros.
La franqueza se levanta y en un momento me veo elevado a la calidad de Dios, y en un momento siento que domino el mundo y que todo esta a merced mía. Cuán equivocado estoy, no soy nada y lo sé, tengo a tantas personas rodeándome mas estoy completamente solo y me siento capaz de ser una nada, de ser el todo siendo la nada. Un reflejo veo en el caudal del río que arrastra todos los sueños y los conduce al mundo de lo imposible en donde un día todos estaremos, y seremos parte de unos seres imaginarios pero más reales que todo lo que vemos en lo terrenal, lo vano siempre se torna increíble, y lo increíble está destinado a partir al reino de las esperanzas consumadas, en donde ardemos perpetuamente en el fuego eterno de la vida... mientras el cielo sangra, mientras el cielo se torna rojo.
Matius
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