El día que decidimos hacer este blog existió una gran conexión entre un cronopio y un mostacho, que decidieron caminar como las hormigas sobre el pasto buscando nuevos caminos y recogiendo de aquel jardín las cosas que la gente olvida, recoger aquellos terrones de azúcar que muchos conocemos como letras voladoras, aquellos trozos de café que son como lienzos y pinturas que transforman lo que tocan, aquellos pequeños objetos que tienen sonidos que simplemente te hacen sentir.
La historia es fácil, simplemente cierren los ojos, siéntanos, obsérvenos ,tóquenos y vuelen… con cada sentimiento.
Somos palabras fugaces, frecuencias que el viento se llevó.
*Este blog está abierto a todas las personas que se atrevan a hundirse en sentimientos...
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